jueves, 16 de enero de 2014

Todo es memoria de ahora en más

Ya te dije que me arden los ojos cuando te miro.
Arden con placer.

Una de las cosas que más me gusta es cómo desafía a la verdad.
La contorsión de tu cuerpo
en el redil.

La intensidad de nuestros egos será quizás la frutilla agria
en la montaña de nuestra historia.

Defiende su soberbia con acciones.
Sostiene su elegancia entre una genialidad y otra.

Cualquiera que le permita desplegar su juego...
Las fronteras de la tolerancia suelen ser inciertas.

Estoy por partir. Voy a cruzar cielo y mar.
Tengo que hacer todo lo que deje tranquila a mi alma.

Alguien está amando a alguien en este momento...
¿O todo era para evitar el miedo?
Me gustaban también ese misterio
y esa serenidad...
Serena, si el piso no se cae.

No tiene sueños, no tiene premios, no hay consuelo...
Hay que pasarla bien, ya no estamos para epopeyas”. No sé qué dijo mi voz,
ni qué dice.


Existe el riesgo de que queden voces sin portadores.