Quién
lo ha conducido a llevar esa vida tan abismada,
quién
lo contempla, lo permite y lo consiente...
Cómo
es que deja aún miradas posarse sobre su sombra,
cómo
las voces se amontonan alrededor,
y
sus ecos son tambor,
la
garganta castigada, la mirada en sombras, cerrada,
el
dolor en la sien, la lluvia que solo él parece ver,
la
ventana nublada, y la noche tan larga.
Posibilidades
infinitas,
un
terror que acecha.
En
los sentidos, distorsión.
La
música,
de
fondo,
como
si se suspendiera el tiempo.
“Su
negocio es intimidar,.
No
conocen la virtud del silencio.
Si
tan solo pudiéramos eliminar los egos,
borrarlos
de un golpe,
uno
solo”.
La
voracidad y el éxito...
hasta
que baja la espuma.
Es
la muerte la que nos condena
con
pesadez.
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