martes, 20 de diciembre de 2011

Quieto II

Arde en llamas la habitación en la que me encuentro.
Puede que sea de cuatro por tres, o que no tenga paredes y sea eterna.
Temo por no sentir calor:
Temo por no poder escapar...
y por no poder y además no poder morir

Un ojo aterrador crece en el centro del fuego.

Desolador es creer que tal vez
la salida sea ese ojo.

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