domingo, 26 de febrero de 2012

Ventanas

Siempre algo tiene que sujetarte,
pero en otro orden de cosas
decís que todos los caminos conducen a tu paz y a tu libertad.

Todo eso que transcurre entre tu cabeza y tus dedos
es un hallazgo, un viento que nos devuelve al mundo
en el que creíamos vivir cuando no teníamos obligaciones.

El mundo real, el que te transforma,
es el mismo que se detiene cuando arrancás el velo de lo sensato.
Después, sí, el tiempo discurre con languidez, y algo parecido
a lo que entendemos por belleza se hace presente.

El tiempo vuelve a acercarnos a la muerte
ni bien nos damos cuenta.

Ocho canciones tiene esa chica para ofrecerle al mundo.
          Se aferra a ellas.
Puñado de poemas tiene aquel.
Su tiempo tienen otros, otras.
Su dinero, su fuerza, su humor, su habilidad.
Siempre estamos entregando nuestra energía,
sin saber si es bueno o malo.

La rutina puede ser una habitación sin ventanas,
y la incertidumbre también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario